Ruta: Castillo de Castellar por la Calzada Dehesa Boyal.
Longitud
12 km. Circular y lineal
Dificultad
Baja.
Tiempo
4:30 horas
Fecha
Junio/2012
Lugar
Parque Natural de los Alcornocales.
Cómo llegar: Hasta Castellar de la Frontera por la A-405 (San Roque-Jimena de la Frontera). Desde allí, coger la CA-9201, dirección al castillo, dejando a nuestra izquierda la venta La Jarandilla, punto de inicio del sendero.
Detalles del recorrido
Mapa de la ruta
Esta ruta discurre por una antigua calzada romana, conservada en muy buen estado, coincidiendo además con un tramo del sendero GR-7. La calzada, conduce hacia el Castillo de Castellar, antigua fortaleza medieval que data del siglo XIII, conservado de una manera impecable. Sin detenernos en el castillo nos dirigimos a conocer unas tumbas antropomorfas de la época prerromana, excavadas en la roca. De regreso a la villa-fortaleza, nos desviamos poco antes de llegar a ella para visitar la fuente vieja, la cual parece estar ligada a la construcción de la fortificación. En el castillo nos deleitamos con unas vistas espectaculares del embalse del Guadarranque y las sierras del Campo de Gibraltar. En el interior de la fortaleza se encuentra la villa de Castellar, o Castellar Viejo, que consta de calles estrechas y casas de paredes blancas.
El viejo pueblo de Castellar está situado sobre una montaña desde donde se divisa perfectamente toda la bahía de Algeciras, el peñón de Gibraltar, la costa de África y otros pueblos que lo rodean .El conjunto, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1963 y que hoy forma parte del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
RUTA
Comenzamos la marcha junto a la venta la Jarandilla. Este sendero se encuentra en la finca La Boyal, propiedad del comun de los vecinos.
Un atajo en la carretera nos traslada por una senda que atraviesa un arroyo.
De nuevo en la carretera por el flanco derecho de la misma, surge este camino empedrado.
Coincide la calzada romana con parte de un Gran Sendero internacional, el GR-7, que parte de Tarifa y llega hasta el Peloponeso griego.
Este tramo es uno de los mejor conservados de la zona. Los lugareños lo utilizaban habitualmente, manteniéndose en perfecto estado hasta que la población se traslada más abajo, debido a la construcción del embalse.
Cerca de concluir la travesía por la calzada se encuentra un mirador. Desde aquí se domina las laderas de montes mediterraneo que preceden a la desembocadura del río Guadiaro. Tambien se divisa el Pueblo Nuevo de Castellar, construido en los años 60.
Castellar Nuevo se funda en 1971.
Terminada la subida de la calzada aparece el castillo. La fortaleza de Castellar viejo, se alza sobre un cerro de empinadas laderas en pleno Parque Natural de Los Alcornocales, entre los ríos Guadarranque y Hozgarganta.
El camino discurre por la carretera hasta llegar al punto de información del parque natural.
Frente al punto de información se puede acceder al castillo pero nosotros seguiremos por la carretera para visitar unas tumbas antropomórficas y la Fuente Vieja.
Al borde de la carretera un cartel nos indica el sentido de nuestros objetivos. Para llegar a las tumbas seguiremos la carretera hacia el norte, en dirección Puerto del Cardo.
En una ladera vemos una de las especies, la más singular de Los Alcornocales, los ciervos o venados.
La carretera traza una curva cerrada. En esta sitúa la dehesa “La Boyal”, una finca rústica que actualmente pertenece al Común de Vecinos de Castellar.
Una baliza senalizadora nos dirige por una senda hacia la zona del Lagar.
Ruinas de la casa del Lagar.
Un panel nos ilustra de la formación de los lagares.
Un lagar se trata de un hueco tallado en la roca caliza para facilitar las tares de vendimia.
Estaba formado por un recinto circular en desnivel donde se pisaba la uva, y un deposito adosado de mayor profundidad, comunicado con el anterior con un canalillo, en el que se recogía el vino.
Sin volver atrás seguimos ladera abajo hasta conectar con la carretera convertida en carril. De nuevo una baliza nos desvía a la izquierda. Tendremos la oportunidad de reconocer tumbas antropomorfas de la época prerromana, excavadas en la roca.
La senda, entre alcornoques, nos lleva a cruzar un arroyo.
Tras subir por un grupo de rocas contemplamos las tumbas.
Debido a la relativa facilidad de modelación de la arenisca, este tipo de yacimientos es frecuente en el parque natural. Se solían ubicar en lugares prominentes y ligeramente inclinados, permitiendo tener la cabeza más elevada que los pies, para dar la sensación de dominar el espacio circundante.
Aprovechando para echar una cabezadita.
Regresamos a la carretera, pasamos de nuevo por la cancela de La Boyal.
La presencia del castillo es omnipresente en el recorrido.
Ahora tomamos un camino empedrado en mal estado para apreciar la Fuente Vieja.
El camino señalizado que la bordea la villa-fortaleza, para ofrecernos sus fachadas norte y oeste, y que nos dirige a la Fuente Vieja.
Un grupo de pintores sevillanos se afanan en capturar la belleza del castillo y las casas que lo rodean. Una alambrada, con un acceso lateral, corta el paso por el camino empedrado.
Arribamos a la Fuente Vieja. Otro panel nos informa de la importancia de la fuente. En las numerosas situaciones de aislamiento en las que el castillo se veía sometido, el agua era uno de los elementos esenciales de supervivencia.
El origen de la Fuente Vieja parece estar ligado al momento de la construcción de la fortificación.
De estructura sólida de piedra, bajo su bóveda de cañón podemos observar una escalera que se dirige al manantial. Su entrada es estrecha para impedir el acceso de animales, evitando así la contaminación de sus aguas.
Retomamos el rumbo hacia el castillo. Una calle empedrada en suave pendiente nos dirige hacia el acceso norte de la fortaleza.
Por el lateral de la calle tenemos vistas al embalse de Guadarranque. Con una superficie de 435 hectáreas fue construido en el año 1.965.
Las laderas orientales de la Loma del Padrón y las occidentales de las Lomas de Cámara forman una hondonada abierta hacia el SE, por donde discurren aguas del Guadarranque.
Desde aquí, accederemos al recinto medieval por la puerta en recodo, y vigilados por la torre albarrana y el Alcázar del Conde, principal reducto defensivo.
Las barbacanas que defienden el acceso del castillo, perforadas con saeteras y una puerta en recodo abierta bajo un bello arco peraltado.
Entrando por el arco de la Villa, se encuentra el Alcázar o palacio del marqués de Moscoso.
La puerta de acceso a la barbacana del norte se abre en una torre albarrana.
Las barbacanas vistas desde una terraza en su parte superior.
Una entrada en arco da acceso a la Plaza de la Posada.
Plaza de la Posada. Este núcleo lo constituye una fortaleza medieval en perfecto estado de conservación que arropa un pueblo dentro de sus murallas. Es uno de los escasos ejemplos de fortificación medieval habitado que aún se conserva.
A la derecha la calle lleva a la entrada del Hotel El Alcázar propiedad de TUGASA.
Desde el patio de armas se accede al caserío interior, con casas blancas y calles estrechas y sinuosas cuajadas de flores.
Arriates de flores, macetas variadas y enredaderas, sirven de natural decoración a balcones y plazuelas.
El interior de la villa es de una belleza singular. Pasear por sus estrechas y arracimadas calles de notorio origen islámico es trasladarse en el tiempo a otra época.
Deambulando por las calles encontramos una entrada abierta a unas de las murallas en la parte sur. Unas escaleras permiten el acceso a las murallas y a un aljibe en la parte inferior del patio.
Debajo del patio se ubica un aljibe de grandes dimensiones. Por las rejillas colocadas en el suelo se recogía el agua de lluvia.
A través de las murallas disfrutamos de una magnificas vistas del castillo y su entorno.
Está compuesto por una planta de forma irregular, y posee un recinto amurallado con barbacanas, cubos, torres de flanqueo y torres de ángulo cuadrado y circulares.
Las cubiertas de las casas son de teja árabe a una o dos aguas.
Al sur, en el horizonte, se distingue la silueta del Peñón de Gibraltar. Se podría divisar la costa africana pero la bruma no lo permite.
Debajo de la muralla la carretera de la entrada sur de la villa.
Trotones en el Castillo de Castellar.
Volvemos a las calles adornadas de flores.
Nuestro caminar nos traslada al Balcón de los Amorosos.
Algún "gracioso" se ha entretenido en borrar la "a" de amorosos y se puede leer " EL BALCÓN DE LOS MOROSOS".
La estampa del balcón es de postal.
Desde el balcón se puede contemplar el embalse de Guadarranque en toda su longitud.
A la izquierda se distingue la represa del embalse.
Represa del embalse de Guadarranque (Vista ampliada).
En un prado cercano pastan un rebaño de caballos.
Completando la marcha por el perímetro de la fortaleza llegamos a la Plaza Salvador cerca de la entrada norte de castillo.
Una pequeña bajada nos devuelva a la Plaza de la Posada.
Salimos de la fortaleza por la puerta norte. Al fondo se ve el edificio del punto de información.
No paramos de disfrutar de los bellos recovecos de la fortaleza.
Continuamos en dirección sur transitando junto al amurallado.
Salida de las barbacanas con las saeteras en sus muros.
Los materiales empleados en este conjunto de fortificaciones son de mampostería con piedras más o menos labradas y regulares, y ladrillos en los arcos.
El recinto está en parte almenado y protegido con torreones cuadrangulares en los ángulos que forman los lienzos, protegidos por el norte y suroeste con barbacanas.
El camino nos lleva a una zona de amplio aparcamiento con vistas al castillo.
Seguimos por la carretera para volver al punto de partida y así poder seguir disfrutando de las vistas al castillo mientras nos alejamos.
Durante el itinerario hemos observado hermosos y bien cuidados ejemplares equinos.
La carretera esta escoltada de grandes rocas de areniscas.
Panel ilustrativo al borde de la carretera.
La carretera se acerca a la presa. En poco tiempo estamos en la venta Jarandilla después de pasar junto a la entrada de la calzada romana.
Otras rutas en el Parque Natural de los Alcornocales
Ana, Carlos y Salvador gracias por vuestros amables comentarios. La fortaleza y la villa de Castellar Viejo son acreedoras de una visita para disfrutarlas. Saludos.
Estimados amigos de PAVOS TROTONES: Una vez mas enhorabuena por vuestras magníficas crónicas y descripciones de ruta. Este próximo jueves 5-Dic´13 nos gustaría hacer esta ruta y os estaríamos muy agradecidos que nos enviárais el track a la siguiente dirección: comandopreston@gmail.com Gracias por adelantado (tanto si puede ser como si no) y un saludo muy cordial desde Fuengirola. Juan Ignacio Amador
Precioso el castillo y los alrededores. Excelente reportaje.
ResponderEliminarPreciosa ruta, nos la apuntamos para este otoño. Enhorabuena. Saludos cordiales
ResponderEliminarEs una zona preciosa, el reportaje maravilloso, yo tengo la suerte de vivir cerca.
ResponderEliminarAna, Carlos y Salvador gracias por vuestros amables comentarios. La fortaleza y la villa de Castellar Viejo son acreedoras de una visita para disfrutarlas. Saludos.
ResponderEliminarEstimados amigos de PAVOS TROTONES:
ResponderEliminarUna vez mas enhorabuena por vuestras magníficas crónicas y descripciones de ruta. Este próximo jueves 5-Dic´13 nos gustaría hacer esta ruta y os estaríamos muy agradecidos que nos enviárais el track a la siguiente dirección: comandopreston@gmail.com
Gracias por adelantado (tanto si puede ser como si no) y un saludo muy cordial desde Fuengirola.
Juan Ignacio Amador
Excelente reportaje, maravillosa fortaleza, tengo una duda el aljibe, por dónde se accede?
ResponderEliminarEl aljibe se encuentra en un extremo de la fortaleza. Para acceder hay que solicitarlo al Hotel de Castellar.
EliminarSaludos desde Arcos.