Pinsapar de Grazalema con niebla.



Ruta:   Pinsapar de Grazalema con niebla.





Detalles del recorrido


Ruta de corto recorrido al corazón del Pinsapar de Grazalema. Una semana antes de la primera nevada de 2016 nos adentramos en la Sierra del Pinar tras conocer un dubitativo pronostico de nevada. 

Solo pudimos disfrutar la bella estampa de la sierra y del bosque de pinsapos en la niebla, pues la nieve no hizo acto de presencia. En esta ruta nos acompañan dos amigos, Carlos y Berna, de la vecina y hermana localidad de Espera.



Longitud
 8 km. Lineal.
Dificultad
 Media.
Tiempo
 3 horas.
Fecha
 Invierno/2016
Lugar
 Sierra de Cádiz. Grazalema.


  • La valoración de la dificultad y el tiempo de realización de la ruta se conforman de acuerdo con las características del recorrido, según nuestras experiencias y apreciaciones. Por supuesto estas valoraciones no tienen que coincidir con las estimaciones de otras personas, son totalmente orientativas.
  • Varios son los elementos que tenemos en cuenta para valorar la dificultad del itinerario: el perfil de alturas o variaciones de desnivel, la orografía del terreno y la longitud del recorrido.
  • En el tiempo de realización comprende, ademas de la mayor o menor dificultad del trayecto, las pausas para contemplar el entorno natural y el patrimonio étnico que se encuentran en el itinerario.
  • Recomendación: Cuando salgas de ruta, planifica bien el recorrido y ten en cuenta un elemento determinante, la climatología. El éxito de la ruta consiste en disfrutar de la experiencia y volver a casa sin problemas.

"Lo importante no es el fin del camino, sino el camino.
 Quien viaja demasiado aprisa se pierde la esencia del viaje".


"No esperes el momento perfecto, toma el momento y hazlo perfecto".

"Conocer para amar.

Amar para conservar".




*Pincha sobre una imagen y podrás verlas todas en pantalla completa*

RUTA

El recorrido comienza en Las Canteras, lugar situado en la carretera hacia el Puerto de las Palomas.



La jornada se presentaba muy fría y nubosa.



El sendero discurre entre pinos de repoblación por un viejo camino empedrado.









Hemos ganado altura y con ello vistas del entorno, bueno lo que deja la niebla. Aparece en escena el caserío de Grazalema.






El pueblo de Grazalema.



Próximos a la cumbre, el pinar se aclara y deja paso a una vegetación de altura formada de matorral y arboles achaparrados. Tenemos un "momento cabra", el sendero cruza un rebaño de cabras montes que se alimenta, tranquilamente, por la ladera.
























Alcanzamos el Puerto de las Cumbres y con ello la vertiente norte de la sierra.



En días claros las panorámicas son excelentes desde este privilegiado otero, hoy nos conformamos con visualizar la Zona de Reserva del Parque Natural Sierra de Grazalema.



Continuamos la marcha bordeando la falda del cerro San Cristóbal hacia el objetivo, llegar al bosque de pinsapos.












En los claros nubosos se avista la Sierra de Lijar y el pueblo de Algodonales.



A un lado del sendero se encuentra un pozo de nieve restaurado.



Interior del pozo de nieve.



Seguimos el sendero siempre con las vista puesta en el entorno.



Cerro Cornicabra en la Sierra de Zafalgar.



Llanos del Rabel o del Revés.



Algodonales asoma por encima del cerro Cambronero, en el cual se observa un farallón de la Garganta Verde.



Torre del Homenaje del Castillo de Zahara de la Sierra.



Cortijo de la Viña del Moro.



El sendero entra de lleno en el pinsapar. 






El Pinsapar en toda su magnitud bajo la atenta mirada de El Torreón.




























Por su singularidad, el pinsapo se ha convertido en el emblema del Parque Natural Sierra de Grazalema. Pertenece a una de las nueve especies de abetos que viven en las montañas que circundan el Mediterráneo. En concreto, ésta sólo se encuentra en Andalucía en la Serranía de Ronda y la Sierra de Grazalema, donde se extiende en más de 400 ha sobre la Sierra del Pinar.


Generalmente se ubican en laderas norte, protegidos de la excesiva insolación y la consiguiente pérdida de humedad, lo que genera un bosque denso y umbrío en el que los ejemplares compiten por la luz, dejando sin hojas sus ramas más bajas y un sotobosque escaso y reducido a  unas pocas especies.



Fue descrito para la ciencia por el botánico suizo Edmund Boissier, en su obra “Viaje Botánico por el Sur de España” en el año 1838. Boissier contactó en Málaga con Pablo Prolongo y Félix Haenseler, dos farmacéuticos malagueños, muy aficionados a la botánica, quienes le mostraron sus herbarios. En ellos, Boissier pudo ver por primera vez ramas y acículas de pinsapo, pensando que podría estar ante una especie nueva para la ciencia, lo que corroboró, más tarde, en su trabajo de campo.



Los bosques de pinsapos estuvieron mucho más extendidos hace millones de años, cuando las condiciones climáticas eran muy diferentes a las actuales. Se trata, pues, de un vestigio de aquellos tiempos, una joya botánica restringida a un área de distribución muy reducida.


Regresamos al punto de partida, por donde hemos venido, sin perder la vista al pinsapar y como se desparrama, este,  por la vertiente norte de la Sierra del Pinar.







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