Benaocaz-Ubrique por Camino de Pedernales y Calzada Romana

Sendero señalizado parcialmente:   Benaocaz-Ubrique por Camino de Pedernales y Calzada Romana.

Longitud	10 km. Circular.
Dificultad	Baja.
Tiempo	4 horas
Fecha	Diciembre/2011
Lugar	Parque Natural Sierra de Grazalema.

 

Cómo llegar: En Benaocaz, la ruta se inicia sobre la A-2302, justo donde se encuentra la parada de autobús del pueblo.

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Detalles del recorrido: 

  Esta ruta permite conocer parte del parque natural desde Benaocaz a Ubrique.
-Benaocaz  cuenta con unos 745 habitantes . Se encuentra situada a una altitud de 793 metros sobe el nivel del mar.
-Ubrique cuenta con unos  17.000 habitantes y se encuentra situada a una altitud de 330 metros sobre el nivel del mar.

  La Cañada Real de los Pedernales antiguo trayecto que comunica  Ubrique  con Villaluenga a través de Manga de Villaluenga pasando el Cintillo.

  La calzada romana era el modelo de camino utilizado por Roma para la vertebración de su Imperio, sentando así las bases de las redes actuales de comunicaciones.

  Estos senderos se corresponden con caminos de piedra por el que viajaron hombres e ideas, ejércitos, mercancías e ingenios, y que unía la sierra con las costas gaditanas y malagueñas.

Mapa de la ruta.

Perfil topográfico.

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La ruta:

Llegamos temprano a Benaocaz donde tomamos un buen desayuno para luego dirigirnos a la parada de autobuses que se encuentra en la carretera A-372.

Comenzamos el itinerario junto a la carretera A-372 donde existen varias señalizaciones y carteleria informando sobre el sendero de la calzada romana.

En este primer tramo, el sotobosque de alrededor, denso y compuesto por lentiscos, aulagas y retamas, marca los límites del camino

Al frente divisamos el Aljibe y el Picacho, ambos en el cercano Parque Natural Los Alcornocales.

La silueta de la Sierra de la Silla nos acompaña durante gran parte del recorrido.

El sendero desciende y al poco tiempo cruzamos un puente sobre el arroyo Seco donde encontramos una angarilla.

Puente de piedra sobre el arroyo Seco.

El proceso de construcción de una calzada consistía en varias fases: en primer lugar se delimitaba su anchura mediante dos zanjas paralelas.

Una mirada atrás, las moles rocosas de la Sierra del Caillo.

Cruce de caminos. Si rebasamos la angarilla llegaríamos a Ubrique por la calzada romana, nosotros nos dirigiremos al Área Recreativa El Cintillo para tomar la cañada real de los Pernales o Pedernales.

Giramos a la izquierda hacia Aguas Nuevas pasando por la casa del Chité.

Nos vamos alejando de Benaocaz. 

La sierra del Pinar cubierta con un sombrero de nubes.

La calzada romana era el modelo de camino utilizado por Roma para la vertebración de su Imperio, sentando así las bases de las redes actuales de comunicaciones.

La blancura de la Ermita del Calvario resalta en el gris la piedra caliza.

A nuestra derecha aparece el edificio en ruinas del proyecto de hotel Aguas Nuevas.

Tras atravesar el Área Recreativa del Cintillo subimos a un mirador con unas esplendidas vistas.

La Sierra de la Silla desde el mirador del Cintillo.

Abajo la zona de esparcimiento del área recreativa.

Abandonamos la zona del Cintillo para buscar el camino de Pernales.

Fuente Agua Nueva.

Tomamos el pedregoso y poco concurrido sendero de Pernales.

Atravesamos una angarilla.

Tenemos las primeras vistas de Ubrique.

La pendiente aumenta fuertemente caminando junto a unos cortados a nuestra izquierda.

Ubrique a nuestros pies. Una gran alambrada metálica protege de los derrubio de piedras.

Accedemos a Ubrique por la calle Ronda en una fuerte bajada, luego callejeamos para buscar la entrada a la calzada romana.

Molino de Rodezno.

Fuente de los Nueve Caños.

Comienzo de la Calzada Romana desde Ubrique.

Coincide con nuestro recorrido el sendero de Gran Recorrido GR-7. El GR-7, de más de 6.000 kilómetros señalizados con balizas blancas y rojas, une esta provincia, desde Tarifa, con el Peloponeso griego.

La calzada pasa por debajo del Salto de la Mora, donde se conserva el yacimiento de Ocuri. 

Ubrique desde la Calzada Romana.

Los ingenieros romanos tuvieron que realizar obras en la calzada para evitar que las escorrentías las destruyeran, ya que estamos en una zona de alta precipitaciones. Por las alcantarillas el agua era recogida de las cunetas y pasaba al otro lado de la vía.

Llegamos a la angarilla que obviamos en la ida. Al fondo el Navazo Alto, 1.395 msnm.

Pavostrotones en la Calzada Romana de Benaocaz a Ubrique.