Caños de Meca-Torre de Meca por la Breña




Ruta:   Caños de Meca-Torre de Meca por la Breña.


"Lo importante no es el fin del camino, sino el camino.
 Quien viaja demasiado aprisa se pierde la esencia del viaje" (Louis L'Amour).



Detalles del recorrido


Ruta de Los Caños de Meca a la Torre homónima por el interior del pinar de la Breña, pasando por el área recreativa de Los Majales del Sol




Longitud
 7 km. Circular
Dificultad
 Media.
Tiempo
 3 horas
Fecha
 Verano/2014
Lugar
 P. N. de la Breña y Marismas del Barbate.

La valoración de la dificultad, según nuestras apreciaciones, y el tiempo de realización de la ruta se conforman de acuerdo con las características del recorrido de la misma.
Varios son los elementos que tenemos en cuenta para valorar la dificultad del itinerario: el perfil de alturas o variaciones de desnivel, la orografía del terreno y la longitud del recorrido.
En el tiempo de realización interviene, ademas de la dificultad del itinerario, la contemplación del entorno natural y étnico que se encuentran en el trayecto.
Por supuesto estas valoraciones no tienen que coincidir con las estimaciones de otras personas, son totalmente orientativas. Planifica bien el recorrido y ten en cuenta un elemento determinante, la climatología.




RUTA

La ruta comienza en los Caños de Meca, en una de sus famosas playa, enclave natural excepcional.



Tomamos rumbo a los acantilados que se elevan sobre la playa del Castillejo.



Mas allá de los acantilados, en el horizonte, se divisa la Sierra de la Plata rematada por el Cabo de Gracia en su extensión hacia el mar. 



Llegamos a la vertical de los acantilados sobre la playa del Castillejo. Un balcón para admirar el impresionante paisaje. Aquí empieza el sendero señalizado del Acantilado de Barbate, que no es objeto de esta ruta.



El fuerte viento de Levante, perpetuo guardián del litoral gaditano, azota con intensidad el borde costero.



Acceso entre las rocas a la Cala de la Pequeña Lulú, como se le conoce en los Caños de Meca.



La playa del Castillejo, solitaria a primera hora de la mañana.



Iniciamos el ascenso por la ladera en sentido NW buscando un cortafuegos. Los pinos en este lugar se inclinan marcando la pendiente del cerro por efecto de los fuertes vientos. 









Marchamos por un cortafuegos que se adentra en el cerro de la Majada de Cayetano.



Las vistas al Cabo de Trafalgar serán recurrentes en toda la ruta. La misma estampa pero observada desde diferentes puntos de vista.



En el tómbolo de Trafalgar se asienta la desmochada  y antigua torre almenara; junto a ella el altivo faro marítimo.



Abandonamos un cortafuegos para tomar otro por el que traza una linea eléctrica que proviene de los Majales del Sol, adonde nos dirigimos.



Ganamos altura y se amplia la visual al entorno de los Caños de Meca.



Superado un corto y exigente ascenso, llegamos a un cruce de cortafuegos.



Por la derecha el cortafuegos se adentra en el pinar de la Breña. El desvestimiento de vegetación permite observar la duna fósil. No en vano estamos en una gran duna móvil fijada por un  vasto pinar.



Por la izquierda, la franja arenosa se asoma al Cabo de Trafalgar.



La linea eléctrica nos sirve de guía. Seguimos por un camino empedrado que bien podría ser la antigua Vereda de Buenavista.



El cortafuegos confluye a la carretera que une Barbate con los Caños de Meca.



Al borde de la carretera se ubica el área recreativa de Los Majales del Sol.



Los Majales del Sol, un lugar para disfrutar de la naturaleza en el Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate. El equipamiento del área recreativa se dispone en el interior de un extenso bosque de pinos, piñoneros y carrascos, acompañados de sabinas, enebros y demás especies arbustivas de matorral mediterráneo propio de suelos calizos y arenosos.



También se encuentra una Venta, del mismo nombre, de la que destaca la cubierta artesanal de la terraza exterior, elaborada  de cañas y troncos de eucaliptos.



Tras tomar un refrigerio en la Venta continuamos el recorrido, adentrándonos por el antiguo camino a Los Caños de Meca.



A un lado y otro del camino se aprecian diferentes especies de eucaliptos que fueron objeto en los años 60 de experimentación y aclimatación para introducir nuevas especies para la repoblación forestal (hasta once especies diferentes de Eucaliptus).



Pero lo que predomina en este entorno natural es el frondoso pinar de pino piñonero, árbol característico de este parque natural, que proporciona sombra a una gran diversidad de plantas que componen el ecosistema.



Cruce de caminos. Por la izquierda la vereda que viene de Jarillo; por la derecha el camino de Los Majales del Sol que se dirige a Los Caños de Meca. Un desvío nos llevará por un sendero balizado a la Torre de Meca.



El sendero lleva a la Torre de Meca. El cortafuegos, por la izquierda, se dirige al Mirador de Trafalgar.



Entre la arboleda se distingue la torre objeto de nuestra visita. Comprobamos que en su alrededor se han realizado labores de limpieza del matorral, ademas se han eliminado de las paredes de la almenara las odiosas pintadas que afean este patrimonio histórico.

Torre de Meca.

Torre de Meca, también conocida como Torre de la Breña y torre Romeral. Situada en Altos de Meca fue construida en la década de 1820.

Se trata de una construcción troncocónica sobre plinto circular de poco mas de trece metros de altura hasta el pretil del terrado. Al vano de entrada, situado en alto, se accedía por una escalera portátil. Este vano da paso a un zaguán engastado en el muro y abovedado, el cual conduce a la única estancia de la torre.

La estancia tiene la particularidad de estar dividida en dos plantas por un forjado de madera, realizándose la comunicación entre ambas mediante una escalera portátil, la misma que se emplearía para pasar a la garita. Otra particularidad de la torre es el elevado número de tragaluces con que cuenta, en concreto siete, organizados en dos niveles para iluminar las dos plantas de la estancia

Aunque construida en el siglo XIX, la torre de Meca mantiene un acusado paralelismo estilístico con las erigidas en el XVI, sobre todo en lo referente a su fisonomía externa (forma troncocónica, entrada en alto, pretil corrido, etc.). No hay más que compararla con la vecina torre de El Tajo. Sin embargo, a diferencia de ésta, la de Meca resulta más estilizada y esbelta debido al reducido diámetro de su base, que no alcanza los seis metros, y al escaso releje de su paramento. Por último, como también ocurriera en la de El Tajo, se utilizaron mampuestos para su construcción.

Los problemas de visibilidad existentes entre las torres de El Tajo y Trafalgar, acentuados ante el progresivo estado de ruina de ésta, impedían la correcta transmisión de señales de aviso entre ambas. Esto se intentó atajar con la instalación de un puesto de vigía en el punto intermedio más prominente, los Altos de Meca, aunque la solución definitiva no llegaría hasta que se construyera la torre de Meca, cuyas obras probablemente fuesen sufragadas por la villa de Vejer.

La Torre de Meca se encuentra en buen estado de conservación gracias a la acertada restauración que se llevó a cabo entre 1992 y 1993, en la que se restituyó el forjado de madera y se reforzó su cimentación, amén de otras actuaciones. 

La Normativa de Protección y Prevención del Patrimonio Histórico de Carácter Arqueológico en Barbate, aprobada a comienzos de 2004 (BOP nº78, de 3 de abril de 2004), asignó a la torre de Meca el nivel de protección integral, máximo nivel de protección que se otorgó a aquellos yacimientos que debían ser conservados íntegramente para su estudio y disfrute cultural público.

Información extraída de http://www.barbate.es




Torre de Meca por los cuatro costados.



























Un interesante e ilustrativo panel junto a la Torre de Meca informa sobre la función que cumplían esta almenara en coordinación con otras cercanas como antiguas guardacostas. Un eficaz sistema de comunicación avisaba de ataques inminentes de los piratas que llegaban desde el mar.

"Los asaltos y saqueos a los pueblos del litoral son tan antiguos como la navegación. A lo largo de la historia, vikingos, piratas y países enemigos han asolado estas costas.

Allá por los siglos XVI y XVII, los mas temidos invasores era los piratas moriscos. Fue entonces cuando se diseñó este sistema de alarma: se construyeron una serie de torres a pie de costa desde las que avistar barcos enemigos, y así poder avisar a las torres inmediatas y a las poblaciones cercanas de sus inminentes ataques. 

Para ello, de noche, los torreros hacían señales de fuego, lanzando tantas flechas incendiadas como número de barcos piratas atacaban, mientras de día eran ahumadas, garantizando así la comunicación entre las torres. En menos de una hora podían comunicarse todas las torres del litoral.

La visibilidad entre la Torre del Tajo y la Torre de Trafalgar no resultó ser muy buena, por lo que un par de siglos mas tarde, ya en el XIX, se construyó una tercera, la Torre de Meca, mas alejada del borde de la costa con objeto de facilitar la comunicación entre ambas."




Reanudamos la marcha hacia un privilegiado mirador.



Al final de la planicie del cortafuegos se halla el balcón natural que procuramos.



Mirador de Trafalgar. Su denominación se debe a sus vistas al Cabo de Trafalgar. Desde este otero se presenciaría el que fuera el campo de batalla de los navíos franceses y españoles contra la flota británica, hace más de dos siglos.



Cabo, tómbolo y faro de Trafalgar.



Faro y torre almenara de origen árabe.



La carretera del faro cubierta , en parte, por la arena.



La Cala del Varadero  que hace las delicias de los practicantes del kitesurf, combinando el surf con el viento, emplean una cometa para deslizarse.



Abajo, el cortafuegos termina en las afueras del caserío.



En la playa de Los Caños de Meca son los winsurfistas los que disfrutan del vendaval.



Abandonamos el mirador, por la izquierda, aprovechando la cornisa del cerro para seguir disfrutando de las vistas a Los Caños de Meca. Existen otras opciones para volver al punto de partida pero en esta ocasión elegimos este novedoso trayecto.















Hemos continuado hasta donde la vegetación nos ha permitido. Entramos a interior del bosque hasta encontrar un arroyo estacional  por el que descendemos, cómodamente, hasta  Los Caños de Meca.












La senda nos deja a las puertas de Los Caños de Meca.



En Los Caños de Meca, de nuevo, nos asomamos al mar. El intenso viento de Levante limpia de bañistas las playas pero hace gozar a los practicantes del surf en sus diferentes modalidades.

















Otras rutas en el Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate.






2 comentarios:

  1. Os felicito Trotones: Puede uno vivir la excursión con un reportaje tan amplio, de buenas fotografías y explicaciones.

    Muchas Gracias por compartir.

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